Una de las habilidades que más conviene refinar cuando viajas a muchos países es la de cómo regatear los precios de las cosas y servicios que quieres comprar. Como normalmente estás acostumbrado a pagar un precio fijo, el tira y afloja del regateo es un arte que se te escapa. Y no niegues que seguramente en alguna ocasión has acabado pagando un precio inflado por algo que querías.
A todos nos ha pasado, desde luego a mí muchas veces. Pero si por ejemplo quieres realizar un viaje largo de varias semanas o meses, definitivamente es algo que vas a querer remediar.
Cuando hablo de regatear precios, no me refiero sólo a los típicos souvenirs que le compras al tendero del puesto callejero. En muchos lugares del mundo, especialmente en Asia, África y América del Sur, casi TODO puede ser objeto de regateo: transporte público, estancia en hostels/hoteles, compra de excursiones u otros servicios... Tienes que cambiar tu mentalidad de precios fijos por una nueva en la que todo puede ser negociable.
En mi vuelta al mundo tuve muchísimas ocasiones para ir mejorando mis artes de cómo regatear hasta convertirme en un hacha. ¿Quieres ejemplos?
- En algunos hostels en Perú ofrecí mis servicios informáticos y de diseño web (que tampoco son nada del otro mundo) para mejorarles su página web a cambio de una reducción en el precio del alojamiento y añadiendo desayuno y excursiones gratis.
- En Pokhara, Nepal, pude reducir el precio de la ropa de montaña que necesitaba de 100$ a 20$.
- En Vietnam pude negociar con una agencia de viajes para incluir extras en el precio de la excursión a la bahía de Ha Long, que el resto de la gente tuvo que pagar por separado al llegar.
- En India y México llegué a un acuerdo para alojarme en varios hoteles a un precio menor al oficial al ofrecerles quedarme al menos 5 días.
No pierdas más el tiempo, AHORA es el mejor momento para aprender a manejarte como un experto en este arte.
¿Estás preparado para salir por la puerta del Gran Bazar de Estambul like a boss? Pues bienvenido al...
MÁSTER INTENSIVO DE REGATEO DE PRECIOS
Para comenzar, tenemos que tener algo muy claro desde el principio:
Fíjate como objetivo pagar lo que realmente crees que vale lo que quieres comprar
Con esto me refiero a que tengas muy claro lo que estás dispuesto a pagar, para que te retires del regateo si no consigues ese precio, o para que no te tires de los pelos si ves que alguien lo ha conseguido a un precio menor. Si tú crees que has pagado un precio justo, puedes darte por contento porque has conseguido lo que te proponías.
Las 3 reglas del regateo que no debes romper
A pesar de que casi todo vale en el regateo, hay unas normas no escritas que debes cumplir si quieres que tu transacción llegue a buen puerto. Si rompes alguna de ellas, tu regateo se convertirá en una mala experiencia y te habrás ganado un enemigo. ¿Cúales son esas 3 situaciones que debes evitar?
- No pierdas los nervios ni te enfades, muéstrate siempre amistoso y razonable.
- Nunca regatees hacia abajo. Si dices una cifra, es el precio mínimo que vas a pagar.
- Si llegas a un acuerdo y dices que está OK, no lo rompas, es un contrato no escrito y debes cumplirlo.
Las 3 situaciones en las que no debes regatear
Como comprenderás, hay ocasiones en las que no es posible o ético empezar a regatear. A veces hay principios que se anteponen a conseguir una buena oferta:
- Si ves que el vendedor está muy necesitado. Ayúdale comprándole algo, no te aproveches.
- Si el vendedor es borde y antipático desde el principio y te falta al respeto. Ojo, no confundir con que finja enfadarse en medio del regateo, eso es parte del juego y lo verás más adelante.
- Si quieres regatear por algo por lo que nadie regatea, o cuyo precio es fijo y así está anunciado. No seas el listo que quiera ponerse a regatear por una habitación en un resort, o en una Apple Store.
Ahora que ya tienes tu objetivo visualizado y conoces las reglas y límites, empieza el juego.
¿Dónde comprar?
- Entérate de dónde compran los locales. En muchos países hay zonas de compras diferentes para locales y turistas, con la consiguiente diferencia de precios. Aléjate de los centros comerciales y atrévete a explorar los mercados donde compra la gente local.
- Nunca compres en una tienda que te recomiende un guía turístico o un taxista: Generalmente en las excursiones y tours hay una "parada estratégica" en alguna tienda. Lógicamente, existe un acuerdo previo entre la tienda y el guía, que se lleva una comisión por traer clientes. Ya adivinaste de dónde sale esa comisión ¿verdad? ¡Exacto! Del precio inflado que pagas si compras algo ahí. ¡Huye!
- Precio para locales / precio para turista: En los países asiáticos, donde es evidente que eres extranjero, muchos vendedores tienen 2 precios para una misma cosa: precio para locales y precio para extranjeros. De entrada, ya se espera que pagues más, pero si eres habilidoso puedes reducir el precio lo suficiente como para pagar igual que un local.
¿Cuándo comprar?
- En los países asiáticos, existe la creencia entre los vendedores de que la primera y última venta del día suponen un buen augurio, por lo que si vas a primera o última hora, estarán especialmente receptivos a tus ofertas.
- En el resto del mundo, es buena idea ponerse a regatear a última hora del día, cuando el vendedor ya está cansado y quiere recoger. Si peleas un poco por el precio acabarás consiguiéndolo, ya que lo pillarás con la guardia baja y querrá que te marches pronto.
- No intentes conseguir una ganga en un lugar donde acaban de cerrar una compra grande. Imagínate que en una tienda un turista alemán o japonés, que nunca regatean, acaban de dejarse un pastón justo antes de tu turno. El vendedor tiene tal subidón que va a ser durísimo de pelar. Mejor buscar otra tienda donde no haya clientes.
Preparativos previos y reconocimiento del terreno
Como toda batalla, si quieres asegurarte la victoria necesitas reconocer el terreno antes de ponerte a negociar. ¿Preparado?
- Hazte con billetes pequeños de la moneda local: No cometas el error de querer pagar con € o $ en un país con divisa diferente, porque te van a dar un cambio muy desfavorable. Es mucho mejor conseguir moneda local, y preferiblemente en varios billetes de valor pequeño. ¿Te imaginas lo mal que vas a quedar si después de estar regateando por algo de poco valor (pongamos 3€) pretendes pagar con un billete equivalente a 50€? Además eso impide usar un par de tácticas para cerrar rápido el trato, que te enseño más abajo.
- Pregunta a los locales cuánto pagan ellos por aquéllo que tú quieres comprar: Si previamente te informas del precio local, tendrás una idea mucho más clara del precio que es razonable conseguir, por mucho que el vendedor te diga que está por debajo del precio de coste y que es imposible.
Primer contacto
- Deja una buena primera impresión: Al entrar en una tienda, oficina de viajes, hostal... la persona que tienes delante es una experta en juzgar a gente de un vistazo, así que muestra tu mejor cara, saluda, sé amigable y cordial e intenta contagiarle tu buen humor. Tu margen negociador será mayor si le das buen feeling.
- Aprende algo del idioma local: Si demuestras que te has tomado la molestia de aprender un poco del idioma del país que visitas, los locales te tratarán mejor, incluidos aquellos a los que le quieras comprar algo. Es especialmente importante para regatear que por lo menos aprendas los números en ese idioma. ¿Te cuento un truco que me ha funcionado siempre? Aprende a decir "Déjamelo más barato, por favor" en el idioma o dialecto local. Lograrás que el vendedor se sorprenda y se ría, y vas a conseguir ya de entrada un descuento por simpático.
- Oculta tus intenciones: Si pretendes comprar algún objeto, como un souvenir en una tienda, míralo de reojo y no le dejes ver al vendedor en cuál estás interesado, ni preguntes directamente cuánto cuesta. Haz ver como que no tienes las cosas claras y que no sabes si quieres comprar algo o no.
La negociación: Todos los trucos sobre cómo regatear bien
Recuerda que regatear es como una partida de ajedrez, donde hay que mover piezas por turnos. La clave es la paciencia y desplegar una estrategia ganadora. ¡Vamos allá!
Una vez que ya has identificado el objeto/servicio que quieres, pon cara de aburrido, mira el reloj y haz ver como que estás pensando en irte, y suelta sin mucho convencimiento: "¿Por cuánto me lo dejarías?"
Bien, las cartas ya están echadas sobre la mesa, y al vendedor le toca decir un precio, que será elevado, llámale"X".
Por mi experiencia, los vendedores suelen subir el precio del valor real de la venta un 60-70%, por lo que tu objetivo será reducir el precio regateando hasta llegar a menos de la mitad de ese precio "X", o como te dije antes, a ese precio que debes fijarte como límite de lo que estás dispuesto a pagar.
La respuesta lógica a esa oferta inicial es "Ah bueno, entonces no estoy interesado".
Ese comentario, que le devuelve la pelota al vendedor, hará que diga "¿Y por cuánto lo quieres comprar?"
¡Ojo! Ahí está la primera trampa. Quiere que le digamos un precio del cual no podremos bajar. Pero en vez de decir una cifra, nos vamos a hacer los remolones diciendo algo como:
"Es muy caro para mí"
"No creo que pueda comprarlo"
"Pensaba que sería más barato"
Eso hará que el vendedor baje su precio inicial. ¡Y todavía no hemos hecho ninguna oferta! Así acercaremos más ese precio a lo que queremos pagar incluso antes de empezar a regatear.
A partir de ahí, y según la situación concreta en la que te encuentres, te ofrezco varias tácticas que puedes utilizar a tu criterio. Yo a veces uso unas y a veces otras, siempre hay que amoldarse a la situación:
- Gana tiempo: El tiempo juega a tu favor, por lo que intenta alargar la transacción lo máximo posible. Saca la calculadora del móvil para hacer que el vendedor se ponga más nervioso, o usa silencios para forzarle a mover ficha. En Nepal estuve negociando por unas botas y una chaqueta de montaña durante 2 días consecutivos. Cuando al segundo día le ofrecí sentarnos a tomar un té para seguir negociando, el vendedor se rindió por agotamiento y me dijo "Llévate lo que quieras y págame lo que tengas". La rebaja fue de un 80%. ¡A pesado no me gana nadie!
- Déjale descolocado: Si dices algo imprevisible, llevarás al vendedor a terrenos desconocidos y perderá su seguridad. Yo he dicho algunas veces: "Te lo cambio por mis gafas de sol / mi reloj..." , "¿Sabes cuántos días tengo que trabajar para ganar eso?", "Hasta en mi país es más barato"... ¡Olvídate de la timidez y da rienda suelta a tu creatividad!
- Tácticas en pareja: Si vas acompañado, nada mejor que pactar previamente el clásico juego del poli bueno / poli malo, para que la persona que no esté regateando intente boicotear la compra. ¿Cómo? Fingiendo que está muy aburrido y quiere marcharse, o tirándote de la manga diciéndote que tenéis que marcharos. De esa forma, al ver que puede perder la venta, el vendedor empezará a bajar el precio. Atención: Aunque estés en el extranjero, no cometas el error de comentar la jugada en español con tu pareja, pues hay muchísimos vendedores que dominan varios idiomas y podrían descubrir el pastel. Bueno, si habláis en éfico o en klingon a lo mejor no se entera 😉
- Haz comparaciones: El vendedor te va a contar mil maravillas de su producto, aunque sean mentira, para justificar el alto precio que pide. Un buen contraataque es el de compararlo con otros y que salga perdiendo: "Pues en la otra tienda los tenían más bonitos" (para cosas), "El otro día mi amigo lo consiguió más barato en otro lado" (para servicios). Fácil. ¿no?
- Regatear sin bajar de precio: Cuando ya has empezado a regatear y te cuesta mucho que el vendedor baje el precio, a veces es mejor cambiar la táctica e intentar lo siguiente: en vez de convencerle de que baje el precio, puedes intentar añadir algo al precio que él pide. Si estás en una tienda, puedes decir que por ese precio te llevas lo que realmente quieres y otra cosa pequeña a mayores. O si estás negociando un servicio, acepta el precio si se compromete a añadir unos extras.
- Chantaje emocional: A mí esto me encanta. Siempre hay un momento del regateo en el que el vendedor va a fingir cambiar de humor para provocarnos una reacción. Unas veces fingirá enfado, otras decepción, otras te contará una historia para inducir pena o tristeza... Llegado este momento, yo me imagino mentalmente a alguien tocando una música muy triste en un violín pequeñito. Recuerda que un vendedor NUNCA va a perder dinero, así que no te creas sus historias de que quiere venderte lo que sea por debajo del precio de coste. Si no se retira, es porque sale ganando.
- Fingir que te marchas: Otro clasicazo cuando el regateo se estanca es el de hacer que te vas. El vendedor hará lo posible por reanudar la negociación, así que saldrá detrás de tí a buscarte. Si no es así, habrás hecho bien igualmente porque ya no ibas a poder regatear más.
- Dinero en mano: Una buena forma de zanjar el regateo cuando el vendedor ha bajado el precio pero no lo suficiente es ponerle en la mano el importe exacto que tú estás dispuesto a pagar. ¿Te acuerdas ahora de la importancia de tener billetes pequeños? He finalizado muchos regateos con un "Toma, es todo lo que tengo". La sensación de tener el dinero en la mano hará que muchos vendedores se contenten y acepten.
Consejo final
Como comprobarás, aprender cómo regatear precios es un arte que se va perfeccionando con la práctica, así que no tengas miedo de ir probando y mejorando poco a poco. Ve probando tácticas y encontrando tu propio estilo, en menos de lo que pienses harás grandes progresos.
¡Y lo más importante! Procura disfrutar de la experiencia y muéstrate siempre respetuoso. Se puede ser un duro regateador sin perder la elegancia.
¿Me cuentas alguna experiencia curiosa que hayas tenido regateando?
¿Cuál de mis tácticas te ha gustado más o te parece más divertida?
Recuerda que si te he ayudado y quieres agradecérmelo, puedes hacerlo gratis total con un comentario y compartiendo el post en las redes.
david Cadena dice
Muy buenos consejos.
Pero mejor te dejo lo que he sentido o recordado durante la lectura.
A mi me ha pasado algo de lo que dices, sobretodo lo de la primera o ultima compra.
Tambien suelo ir con billetes de moneda local, normalmente pequenos y por su puesto antes hacer la compra suelo preguntar a un local o mirar en otras tiendas. Pero lo mejor de todo es comprar en las tiendas que no estan en las calles principales o calles turisticas, siempre hay tiendas que venden lo mismo una calle mas atras.
Esto me paso en Hong Kong en la calles principanes de hostales conocidos de mochileros el precio que pedian no me parecia normal para el cuartito que te ofrecian, vale alli las habitaciones son pequenas pero sentia que me estaban timando asi que despues de mirar varios sition en la misma calle y comprobar que todos pedian lo mismo decidi simplemente ir a la calle paralela, pregunte en el primer sitio que vi y boom solo por preguntar ya me pedian la 3 parte que me tenia que pagar en los otros sitios y solo habia andado 3 minutos.
Los trucos de la primera impresion son geniales.
Uno de los que mas uso es como dices el tipico de hacer como que me voy o que pierdo el interes al oir el precio.
Pero tengo que reconocer que a veces he perdido los nervios al enfadarme y al final perder la compra.
Y otras veces se que he pagado demasiado y podia haber regateado mas, pero ya era tarde porque cerramos el trato, por eso cuando cierras un trato y el vendedor sin pensarselo dice que si, es porque has perdido en la compra, es cierto que seguramente has pagado menos que otros turistas pero en tu interior sabes que has pagado mas de lo que realmente vale.
Para mi los chinos son los mejores en este tema, sera porque al final cerre el trato con la impresion de haber pagado de mas.
Bueno como dices esto es un arte asi que yo sigo aprendiendo y mejorando siempre que tengo ocasion.
Saludos viajeros
David
Luis Gago dice
¡Muy buena tu experiencia, David!
¡Y es que en Asia ya están de vuelta de todo! Llevan toda la vida regateando y eso ya les da mucha ventaja frente a nosotros.
Como digo en el post, no hay por qué sentirse mal si piensas que podías haber apretado un poco más al vendedor para bajar el precio: Una vez que has llegado al valor que estás dispuesto a pagar, es una buena compra.
Y sobre lo de comparar precios de hostales tienes toda la razón del mundo, en cuanto te alejas un par de calles de la típica zona de mochileros, puedes encontrar auténticos chollos. Cuando llegas a un lugar nuevo, al no conocerlo, la gente suele alojarse en los lugares que les recomiendan conocidos o que leen en las guías. Pero yo aconsejo que a partir del segundo día explores un poco el terreno, puedes reducir muchísimo tu presupuesto de viaje.
Muchas gracias por contar tus vivencias David, me alegro mucho de tenerte por aquí 🙂
Alvaro San dice
Buf mi experiencia del Gran Bazar no fue nada buena. Mi novia quería comprar una mochila; en cada puesto que se paraba una milésima de segundo y giraba la cabeza para mirar salía el tendero como un loco a la caza del turista.
Si te soy sincero me pusieron la cabeza como un bombo con sus 4 palabras tiradas de forma aleatoria en inglés, castellano, italiano…
Si nos parábamos, el tio, de primeras, decía tal salvajada de precio que nos íbamos, para luego perseguirnos 50 metros gritando precios más bajos.
Ahí me di cuenta de que mi mente no estaba preparada para el regateo.
Para la próxima me aplicaré lo aprendido ahora!
Luis Gago dice
Jeje, entiendo tu agobio Álvaro.
Es que os habéis metido en uno de los lugares más complicados para regatear, como digo en el post, ese es el final boss del regateo. Como la mayoría de los visitantes son turistas, inflan muchísimo los precios y son bastante pesadetes. Lo mejor es buscar dónde compran los locales; en el caso de Estambul, tienes el Arasta Bazaar, una especie de Gran Bazar en miniatura con sólo un par de tiendas por producto, precios razonables y vendedores que no te acosan. ¡Hacer un estudio previo del terreno es super importante!
Ya sabes a dónde llevar a tu novia si volvéis a Estambul.
Muchas gracias por contar tu experiencia, espero que los consejos te ayuden en tu próximo viaje.
¡Un abrazo, Álvaro!
Ramiro Berrocal dice
Yo he puesto en practica todos los métodos que tan bien explicas, incluso intentar dar lastima (vamos que saco yo el violín), pero el que mejor me ha resultado es sonreír mucho 🙂
Luis Gago dice
Jejeje Ramiro, el chantaje emocional funciona en ambas direcciones, ¡que no pare de sonar ese violín triste! 😀
Desde luego, como todo en la vida, lo mejor es afrontar la situación con optimismo y actitud positiva. Una sonrisa en la cara tiene más posibilidades de éxito que una dura negociación a cara de perro. La actitud lo es todo.
¡Un abrazo Ramiro, y a seguir perfeccionando ese arte regateador!
Gab dice
Jajaja qué bueno!!!
En Perú me han querido hacer sentir mal, en tal caso lo que hacía era disculparme por no poder pagar lo que pedían, me iba hacia la puerta y oh milagro!!! me bajaban el precio jaja
Al principio incomoda, pero después divierte. Vale la pena practicarlo.
Saludos Luis!!
Luis Gago dice
Sí Gabriela, partimos con desventaja porque no estamos acostumbrados a regatear. Pero si dejas atrás la vergüenza y das rienda suelta a la creatividad, conseguirás buenas rebajas y además disfrutarás del proceso. ¡Hay que tomárselo como un juego!
Gracias por tu aportación Gabriela, espero que no sea la última. ¡Un abrazo!
Nuria dice
¡Qué bueno, Luis!
Me guardo este artículo para recordar los consejos en mi próximo viaje. No tengo mucha naturaleza regateadora, pero lo intento siempre. 😉
Hay algunos trucos que no he probado, así que ya te contaré qué tal me funcionan. Lo que sí he probado y funciona hasta sin pretender regatear es sonreír. ¡Es infalible!
La técnica del dinero en mano es muy efectiva. Esa la he probado y me ha funcionado hasta en comercios en España (aquí no tenemos mucha cultura ni costumbre de regatear).
Me encanta el último consejo: disfruta de la experiencia. Es verdad, te lo lleves más caro o más barato, el buen rato que no te lo quite nadie.
Un abrazo,
Nuria
Luis Gago dice
¡Hey Nuria, me alegro que te gustara!
Pues tienes toda la razón, la actitud es lo más importante. Ya no sólo para regatear, sino para todo en la vida, conseguirás más cosas siendo positivo y con una sonrisa que intentando someter a la gente por las malas.
Ya me contarás si mejoran tus técnicas negociadoras con los consejos que aún no has probado, espero que sí.
¡Un abrazo Nuria!
DaniCollada? dice
Que buen articulo, me encanta! Seguro algún Domingo hay hueco para ti en mi sección ⭐Blogger de la Semana⭐.
Luis Gago dice
¡Hola Dani, me alegro que ya estemos conectados!
Tu blog tiene muy buena pinta, con un estilo muy personal. Se nota que te trabajas la marca 🙂
Me ha encantado tu iniciativa del blogger de la semana, es una muy buena idea para echarnos una mano los unos a los otros. Simbiosis, que dirían los biólogos. Me alegro que te haya gustado este post y que tengas ocasión de poner estos consejos en práctica. ¡Ya me contarás!
Un abrazo, seguimos en contacto.
Jorge y Jeni - Montañeros Viajeros dice
Nos ha gustado mucho tu artículo Luís. Hemos leído ya varios artículos sobre esto pero este y nos ha hecho sonreír ya que lo hemos leído entre regateo y regateo (acabamos de pasar 1 mes en Sri Lanka y ahora estamos en Nepal). 🙂
Nuestros trucos que mejor nos funcionan son:
– Buen rollo al poder (nunca menosprecies el poder de una sonrisa)
– Tener claro el precio que consideramos justo (va muy bien preguntar a alguien local que no tenga nada que ver con la venta, por ejemplo preguntar al que te ha servido el té en el bar el precio aproximado de un tuktuk )
– Usar palabras locales (les mandas un mensaje claro de que no eres «nuevo», muestras respeto e interés por ellos y además les encanta)
– Al viajar en pareja nos va muy bien la técnica del poli bueno y poli malo (uno va tirando mientras el otro mantiene el buen rollo)
– No tener ninguna prisa, tirar de calculadora, poner cara de «madre mía que precio más caro me acaba de decir este hombre», forzar silencios y hacer ver que te marchas (esta combinación es demoledora)
Por cierto, en unos días tenemos que ir a Pokhara a comprar alguna cosilla para un trekking. Ya les diremos que «nuestro amigo de España lo compró mucho más barato». 😉
¿Qué es lo que compraste por 20$? Nos puede ir bien saberlo para hacernos una idea y montarnos nuestro «tablero de ajedrez» para la negociación. 😉
Lo que sí tenemos siempre claro es que el objetivo del regateo es buscar un precio «justo» y no tratar de exprimir a la otra persona por deporte. Especialmente con gente que veas que necesita más que tú ese euro al cambio que estás peleando. Regateo sí pero siempre ético.
Ah! Y nos ha encantado el truco del violín. Ya tenemos ganas de usarlo! jejeje 🙂
Luis Gago dice
¡Hola pareja!
Sois unos profesionales, podríais haber escrito el post vosotros mismos 😀
Me gusta que hayáis tenido una buena experiencia con varias de las tácticas que aparecen en el post.
Y no puedo estar más de acuerdo: en la mayoría de los casos, sobre todo en Asia, estamos regateando por unos pocos euros, así que mejor tomárselo como un juego y nunca perder el buen humor ni la sonrisa. Hay gente que se lo toma muy a pecho, se enfada, y no es capaz de disfrutar la experiencia. Con todo lo que aportáis en vuestro comentario, sumado a las estrategias del post, cualquiera puede introducirse en el noble arte del regateo sin perder los papeles.
Espero que disfrutéis de vuestra estancia en Nepal. Pokhara y los Annapurnas son uno de mis lugares favoritos del mundo.
Os respondo a la pregunta: En India y Nepal se fabrica mucha de la ropa de montaña de grandes marcas (The North Face, Mammut…) que luego se exporta al resto del mundo; pero la población local siempre se queda con una pequeña parte del stock para vender a los viajeros que pasan por allí, y lógicamente a precios mucho más baratos que los occidentales.
En Pokhara veréis un montón de tiendas con chaquetas para la nieve, botas de escalada, bastones de senderismo, etc… Mi chica y yo necesitábamos unas chaquetas para subir al campamento base del Annapurna, así que dejamos atrás las tiendas de la avenida principal paralela al lago y nos adentramos un poco hacia el interior en busca de tiendas menos frecuentadas por los turistas. En una de ellas vimos 2 chaquetas por las que nos pedían 100$ por cada una (las mismas que cuestan 300$ en Europa), pero como sabíamos que podíamos regatear, y con toda la experiencia que acumulamos en India, desplegamos todas nuestras artes de regateo: tras una dura negociación, accedió a dejárnoslas en 35$ cada una. Pero cuando íbamos a pagar, se arrepintió y, rompiendo una de las reglas no escritas del regateo, nos subió a 40$.
Ahí le dije que acababa de perder la venta y nos fuimos, la verdad es que el tío se quedó bastante chafado. En realidad no teníamos excesiva prisa porque íbamos a quedarnos unos cuantos días disfrutando de Pokhara. Un par de días después volvimos a la misma tienda, esta vez con otro amigo ecuatoriano que también andaba buscando una chaqueta de montaña, y en cuanto nos vio, el dueño de la tienda se llevó una alegría. Al retomar la negociación, el tío empezó pidiéndonos 80$, y yo le recordé que ya habíamos pasado por todo eso y que veníamos a llevarnos 3 chaquetas por 35$ cada una. La verdad es que era muy duro de pelar, así que le dije: saca unos taburetes que vamos a tomar un chai mientras negociamos, tenemos todo el día. Yo creo que en su vida vio a gente tan pesada y dura de negociar (India nos ha convertido en monstruos, jaja), y después de un rato, desesperado, nos dijo: «Coged lo que queráis, pagadme lo que queráis, pero por favor salid ya de mi tienda». Al final nos fuimos con las 3 chaquetas por 20$ cada una.
Este ha sido el regateo más heavy que hemos hecho nunca, por lo general si reducís el precio original a la mitad, o un poquito menos, ya deberíais estar contentos.
Bueno, ahora no quiero quedarme con la intriga, ya me contaréis cómo os ha ido, ¿eh?
Y por cierto, me alegro mucho de veros por aquí 🙂 Ojalá podamos coincidir pronto en alguna parte del mundo.
¡Felices viajes!
Jorge y Jeni - Montañeros Viajeros dice
¡Uau Luis! Si nuestro comentario era completo tu respuesta lo es más. 🙂
Está claro que India os convirtió en unos máquinas del «regateo extreme». Jejeje
Tomamos nota para lo de Pokhara. En unos días iremos a hacer el Circuito de los Annapurnas y seguramente alguna cosa más. Te mantendremos informado 😉 .
A ver si coincidimos en algún lugar del mundo. ¡Un abrazo!